6/10/09

Capitulo 4.- Explicaciones capitulo 5 - hot

ADVERTENCIA: esta novela no es mia,, yo nola escribi ok,, aki no hay nada de vampiros licantropos ni nada de eso,, todos son humanosy lo mas importante tiene algunas partes puessubidas de tono XD asi ke ustedes saben si la leen o no ok bueno espero ke les guste

Capitulo 4.- Explicaciones
De verdad, esto era demasiado fuerte. Además de tener que aguantar que fuera tan perfecto y bailara tan bien, ahora tengo que soportar, que ahora también bailara salsa. Pero le iba a demostrar que yo también bailaba salsa. Le pedí otra copa a Alice y me fui a la pista de baile, cogiendo al primer chico que había por allí. Era cubano y por supuesto bailaba muy bien, pero no como Edward. Estaba allí en el club cubano, con un pantalon negro, una camisa sin tirantes blanca, completamente sudado y bailando con una chica salsa, con pasos sensuales y excitantes. Empezó a sonar esta música http://www.youtube.com/watch?v=8w-BdzzH ... re=relatedEl chico este y yo empezamos a bailar y cada vez estábamos más en la pista de baile. Vi que Edward por fin se había percatado de mi presencia y hacía todo lo posible para estar cerca de mi. Termino equivocándose unas cuantas veces son su pareja, por lo que le dijo algo al oído, hizo un movimiento extraño y termino entre mis brazos. Aquel chico se movía endemoniadamente bien, se pegaba a todas mis curvas y su sudor me traspasa. Tanto movimiento también me estaba haciendo sudar a mi.En uno de las variaciones, Edward me giro y cuando volví a el, me cogió una pierna, y la alzó hasta su cadera, quedando de nuevo muy juntos . Lo siguiente que hizo me impacto, pero también me gusto. Empezamos a bailar muy, muy pegados, el cogía mi falda, la subía. Sus manos paseaban desde mi trasero hasta mi espalda, poniéndome los pelos de punta. Nuestras piernas se cruzaban y nuestras caras estaban siempre muy cerca. Bajaba conmigo y su cara se deslizaba por mi cuello, oyendo como olía mi olor a fresas. Aquello era demasiado. No podía ser real. Y menos cuando una de sus manos, me hecho hacia atrás y paso su mano por todo mi canalillo, hasta llegar de nuevo a mis manos y girarme, para quedarnos los dos de lado, muy cerca, finalizando la canción y fue cuando nos dimos cuenta que habían hecho un corro alrededor nuestro. Nos separamos, pero Edward no soltó mi mano, sino que me llevo a la barra y muy cerca de mi me pregunto que queria.-Un mojito.-le dije también cerca porque la música no se oía bien.-¿Qué no sabes bailar tu?-Un clásico como lo haces tu.-me dijo mientras me pasaba la copa.-Ahora que has mencionado mi especialidad. Espero que te busques otra profesora, porque lo de esta tarde, me ha dolido y no permito que se rían de mi y mucho menos de la danza.Edward se me quedo mirando muy serio y me contesto.-Tu no sabes nada. No sabes lo que a mi me importa la danza, al igual que para ti, es mi vida y daría todo por ella. Y concretamente, esta tarde tuve que dejarla de lado para poder luchar por ella.-me dijo muy serio y apartándose de mi con brusquedad.-Pero gracias por ayudarme, no debería haberte pedido ayuda. Podrás hacer 5 giros seguidos, pero el baile también hay que vivirlo. No todo en el mundo que nos gusta viene dado por unas pautas y un guión.Eso fue lo último que me dijo y se fue de allí rápidamente, volvió a la pista de baile, donde obviamente se sentía libre. Yo me acerque a Alice, que todavía seguía con la boca abierta tras ver el chico que supuestamente acababa de conocer. Le dije que quería irme a casa, no me encontraba bien y el encontronazo con Edward había sido el causante.

Al día siguiente, llegue a la academia y no quería encontrarme con él, y menos después de todo lo que me había dicho, que realmente era verdad, pero no iba a permitir que fuera tan perfecto en todo.Y allí estaba el, sentado en una mesa con Rosalie y el otro chico. Me quede embobada mirándole y el se dio cuenta, porque al girar y querer perderle de vista, termine chocandome con un chico.-Perdón, perdón.-dije avergonzada y dirigiéndome hacia clase, no sin antes mirar para ver si alguien se había percatado de mi accidente.Las clases fueron como todos los días, yo intente por todos los medios no ponerme cerca de Edward, y vi que más de una vez se quedaba mirándome, y al final de clase, termino por correr detrás de mi, para poder hablar conmigo.-Bella, ¿podemos hablar?-dijo colgándose la mochila al hombro-¿Qué quieres?.-dije muy seria sin mirarle a la cara y mirando mi movil.-Creo que te debo una explicación y no todo lo que te dije ayer.Lo mire y vi que en sus ojos había verdad.-De acuerdo, hablemos-dije cerrando mi movil.Salimos de la academia y nos fuimos a comer juntos a un restaurante cercano.-Y bien.-le dije.-¿Me vas a explicar porque te fuiste el otro día así?Parecías furioso.-Lo estaba.-dijo muy serio.- Tuve que irme por que tenía que hablar con mis padres. Ellos siempre han estado de acuerdo con todo lo que yo quisiera hacer.
Pero hace una semana a mi padre le ofrecieron un puesto de trabajo en Canada y yo no estoy preparado para dejar la academia-¿Y porque no te quedas?-dije realmente triste. ¿Qué me estaba pasando?-Eso quiero, pero ellos no están de acuerdo con que me quede aquí. Quieren que vaya con ellos. Por eso ayer me tuve que ir, tenía que hablar con ellos, después de que lo hicieran mis tíos, los padres de Rosalie. Al final lo conseguí y nos quedamos aquí, ellos incluidos.-dijo sonriendo.En ese momento nos sirvieron los platos y estuvimos callados durante un segundo.-Perdón.-le dije sin mirarlo.- No debería de haber actuado así sin conocer la verdad.-No pasa nada. Ya ves que me estas ayudando de verdad, los profesores ya me han dado la enhorabuena por mis logros en clásico. Me gustaría que me siguieras ayudando.-Si, claro.-dije siendo muy sincera.- Además podríamos practicar salsa. Otra cosa que se te da muy bien y no sabia.En mi mente, mientras tanto, pensaba ¿Porqué tienes que ser tan perfecto? ¿Todo lo sabes hacer?-Si quieres te digo todo lo que se hacer para no impresionarte.-dijo riendose con una preciosa sonrisa. Sin duda, era perfecto-De acuerdo. Un don perfecto contra una patosa. A ver, dime-Bailo, menos clásico, imposible superarte.-dijo inclinando la cabeza como reverencia. Me hizo gracia ese gesto.- Además, practico boxeo, capoeira.- Aquello estaba haciendo que fuera aún mas arrogante.- Y bueno, toco el piano y a mi también me gusta Chopin y Debussy.
No era posible. ¿Tocar el piano? ¿Qué mas me diría? ¿Qué tenia un record guinnes?-¿Tu sabes lo que es la arrogancia?-La verdad...no.-me gusta demostrar y que la gente sepa de todo lo que soy capaz. ¿De que te quejas? ¿Tu te has visto?-Cuidado. Soy la humana más patosa que existe. Cuando ando, tengo que mirar por donde van los pajaros para que sus excrementos no terminen en mi cabeza. El hielo es mi enemigo numero y ...-Y nunca he visto a nadie bailar un clásico como lo haces tu.-dijo poniendo su mano encima de la mía que estaba apoyada en la mesa.- Además, tus preciosos ojos son insuperables.¿Cómo? ¿Qué estaba diciendo? Mi corazón empezó a palpitar muy rápido. Notaba mi sangre subir hasta mis pómulos y como llegaba hasta mi piel blanca y terminar color carmín. La mirada de Edward no se apartaba de la mía. ¿Qué me estaba pasando?

HOTCapítulo 5.-Ante el espejoDe repente, ese momento fue roto por que el camarero nos había traído la cuenta y mientras Edward pagaba, me había dicho que si no me importaba ir a bailar un rato a la academia. No tenía mucho que hacer así que le dije que si. Además ese día, Edward me abrió su mundo y yo el mio. Una vez en el aula, después de que ambos nos cambiáramos, le pedí un favor.-¿Tocarías el piano?.-dije señalándole el teclado que había en el aula.
Se quedo parado, pero enfundado en sus mallas de ballet, que le hacían un culo apetecible, se sentó y comenzó a tocar Claro de luna de Debussy. Y yo sin darme cuenta, empecé a moverme por el aula, bailando.Cuando Edward termino de tocar, se acerco a mi y me cogió del suelo, me agarro con fuera, haciendo que yo me colgara de su cintura con las piernas. La música empezó a sonar. Como siempre...terminamos bailando juntos, pero esta vez el se esforzó por hacer un buen clásico. No se porque, pero cada vez que bailábamos juntos me sentía feliz y me expresaba de forma plena.-¿Porqué me dijiste eso ayer por la noche?-.dije muy seria cuando paramos a descansar.-Es la verdad. Ahora entiendo cuando dicen eso de que la verdad duele.-Porque bueno, principalmente bailas un estilo como es el clásico, marcado por unas pautas y unas normas. En lo demás eres buena, pero te falta sangre.-me dijo mirándome con sus ojos verdes.-¿Dices que me falta sangre?.-dije riéndome.-¿Tu me viste ayer bailando salsa? ¡Me deje ahí el cuerpo.-Bueno, pero no es a eso a lo que me refiero. Vente conmigo este fin de semana a una fiesta y sabrás a que me refiero.-dijo levantándose.- No se si te atreverás.-cogió sus cosas.- Por cierto, tienes un pelo precioso. Deberías lucirlo más.¿Qué había dicho? ¿Qué le gustaba mi pelo?Me tumbe en el suelo pensando en el día que había pasado hoy y en la lección que me había enseñado el perfecto arrogante de Edward.
.- En el fondo y no tan en el fondo, no crees que es un arrogante.-dijo mientras cenabamos.-Eso digo yo.-dijo mi duende particular mientras se reía de una ocurrencia que pasaba por su cabeza.- Lo que realmente te gusta es como le debe de quedar la malla de ballet.-dijo acercándose a mi oído.- Esas piernas, sus muslos, su culo...-paro un momento y de forma más sensual me dijo.- Ese paqueta-¡Alice!Todos los chicos van así en la academia. No me fijo especialmente en el.-¿Qué ha dicho?.-dijo Jasper enfadado.- ¿Es que ahora te gustan los bailarines esos con los pantalones que les van a dejar estériles?Un rato después...Me encontraba de nuevo en el aula de baile. Bailaba para despejarme y para evadirme, pero alguien más estaba en el aula. Observándome desde las sombras. Me giré y allí estaba él. Edward. Se acerco a mi, sin camiseta y en pantalón deportivo. Llevaba una gorra, que me dejaba sin sus ojos. Mi respiración era palpitante y excitada. Sus labios entreabiertos dejaban escapar cortos suspiros. Me giro y nos quedamos los dos ante el espejo.Cogió mi coleta y soltó mi cabello. Baje mi cabeza, pero él la subió y me miro a través del espejo. Yo le quite la gorra, necesitaba esos ojos esmeralda. Sus manos se perdían por mi cuerpo, excitándome. Sus labios empezaron por mi cuello, por la clavícula. Se puso delante de mi y me beso los labios. Sus labios chocaron con los míos. Suaves, lisos, sedosos, eran perfectos para besar.
Tiró de mi pelo y dejando mi cuello a su alcance. Su lengua recorrió todo mi cuello, la punta de su lengua me erizaba la piel. Sus manos estaban en mi camiseta de tirantes y con fuerza la rasgo, dejándome en sujetador. Su lengua siguió bajando, con la música de nuestras respiraciones de fondo, termino de rodillas, su lengua paso por mi canalillo, por las costuras de mi sujetador. Ahora su lengua estaba en mi ombligo y en mi barriga, alternando besos con pequeños lametones. Aquella escena ante el espejo era demasiado excitante. Mis gemidos ya no eran silenciosos y mucho menos cuando sentí sus manos tirando de mis pantalones, sacándomelos. Tiro de mis brazos y me puso en el suelo, en bragas y sujetador. El estaba con los pantalones y quería estar sintiendo su cuerpo. Dirigí mis manos a sus pantalones, pero el me paro, cogiendo mis brazos y colocándolos sobre mi cabeza.-Disfruta.-me dijo con una voz ronca, mientras se quitaba los pantalones y me dejaba ver su excitación debajo de su boxer.Se puso entre mis piernas y me beso, a la vez que sus caderas se juntaban en nuestro centro.Gemí cuando el apretó y aquello pareció el desencadenante de aquel momento excitante. Edward, bajos sus manos hasta su boxer y lo hizo desaparecer, y también mis bragas.No espero mucho más. Colocó su miembro duro en la entrada de mi sexo, notando ya como yo lo iba mojando con mi humedad. Su cabeza estaba en mi oído y su gemido fue ensordecedor cuando su miembro entró en mi.
Mis paredes poco a poco se iban adaptando a su sexo. Cada vez sentía que yo me humedecía más y eso a Edward le gustaba. Sus movimientos insistentes y rápidos me hacían gemir y gritar como si nunca hubiera sentido nada igual y así era, nunca había tenido una experiencia sexual como esa. Cada vez iba mas rápido y sus gemidos en mi oído cada vez eran mucho mas sonoros y roncos.-Aaaaahh...ahhh...Edward....-ahí esta la cumbre y estábamos llegando juntos.
continuara....

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