24/10/09

Capítulo 25.-Lío Capítulo 26.-Más sorpresas

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Capítulo 25.-Lío
Me daba igual el sufrimiento y el dolor que tendría después. Estaba disfrutando de nuevo de Edward y de todo su cuerpo sobre el mio. Sus labios seguían sobre los míos y sus manos se perdían por mi cuerpo. Pasaron por mi trasero, por mi cintura, por mis pechos y estaba ya tan acalorado que necesitaba quitarme toda esa ropa, que estorbaba. A él le pasaba lo mismo, así que actuó más rápido que yo, quitándose su camiseta y el pantalón detrás. También cogió la misma ropa en mi cuerpo y desapareció, dejándome en bragas y sujetador. Mi pecho se movía aceleradamente, provocando la mirada sensual y lasciva de Edward sobre mi. Su boca directamente fue a parar a esa zona, desabrochando también el sujetador, dejándome únicamente con bragas. Sus labios se cerraron en torno a mis pechos, mojando y chupando como si se tratara de un chupete y él fuera el niño pequeño. Gemí y eso gusto a Edward, que movió sus caderas sobre las mías, haciendo el movimiento de penetración, por encima de la ropa. Sus labios bajaban hasta la goma de la braga, que cogió con la boca y tiro de ella bruscamente. Estaba a su merced, desnuda para él y su lujuria. Su boca fue a mi sexo ya húmedo donde se dedico a darme placer. Gemí y me retorcí. Note el aliento salir de su boca cuando se reía por mi movimientos y sonidos. Su boca feroz subió a la mia, mordiendo, chupando y besando mis labios. Gemí cuando hacia eso y más cuando note su sexo llenarme con una fuerte embestida. Grite de placer y el no se quedaba corto. Su respiración, sus jadeos, gemidos eran guturales y animales. Nunca lo había oído disfrutar tanto. Sus movimientos eran fuertes, parecía como si no quisiera estar completamente dentro de mi. Cada vez iba más rápido, mas fuerte. Se que el estaba apunto de irse, pero a mi me faltaba un poco, pero gracias a sus movimientos y al notar que terminaba dentro de mi, no pude evitar gritar al llegar a la cumbre del placer. Nos quedamos los dos allí, recobrando nuestra respiración.Cuando volvíamos a nuestro aspecto normal, subidos de nuevo en nuestros asientos y Edward conduciendo de camino a Seattle.-Bella...-dijo Edward comenzando a hablar. No se lo permití.-Callate, ya tienes lo que querías.-dije muy enfurecida con él y conmigo misma.- Llevame a casa.-dije mientras cogía el móvil y llamaba a Alice. Tenía que avisarle y pedirle perdón de rodillas por dejarla plantada.-Bella, yo...-¡Qué te calles!.-dije gritando y enfurecida con él.- Llevame a casa y no me vuelvas a hablar en tu vida. No se que no entiendes, no quiero saber nada de ti. Ya has conseguido lo que querías.-Eso no decías antes.-dijo con voz triste.- ¡Además no me siento culpable!¡No te he forzado!¡Lo has hecho porque has querido!-No me has forzado, vale, pero como si lo hubieras hecho. Ahora callate y llevame a casaFue lo último que dijimos durante todo el camino, me dejo en mi casa y le deje tirado en el coche, dando un gran portazo.Después de aquel día yo volví a caer en algo de lo que me creía superada. Caí de nuevo en el dolor que me provocaba Edward y su infidelidad. Pero allí estaban mis amigos para apoyarme, incluyendo a Jacob que se vino otra vez unos días a Seattle conmigo, para apoyarme. Iba todos los días conmigo a la academia y me recogía. Era un gran amigo y estaba volviendo a pensarme, si no me había equivocado y era el hombre de mi vida, que me quería y me iba a proteger siempre. Yo por el sentía una gran amistad, cariño, era amable y por supuesto era muy guapo. Pero faltaba algo, algo que él no me podría dar, ya que el único que me lo había dado, también me lo había quitado. Edward.El curso de aquel año en la academia estaba por finalizar. Mi primer y último, porque a partir del siguiente iba a estar en París trabajando en la compañía nacional. Aquello iba a ser culminante e iba a dar todo en aquel lugar. Sabía que la carrera de una bailarina no duraba tanto, que tarde o temprano iba a tener que dejar aquel mundo y mi trabajo sería el de dar clases primero a niños y después crear mi propia escuela. Aquello era lo que yo siempre había querido y sabía que lo podía conseguir. Y además quería que alguien cercano a mí me acompañara. Tenía que hablar todo aquello con mi padre y mi madre, pero sabía que me apoyarían, además así tendrían ambos una escusa para conocer París y quizás más lugares de Europa. Y por supuesto que ellos aceptaron. Mi madre vino a verme un fin de semana, aprovecho una de esas jornadas en las que Phil se tenía que ir a jugar fuera. Le pareció una idea estupenda que yo me fuera a París. Sabía que aquello era mi sueño y por supuesto mi padre también lo acepto y estaba deseando acompañarme para poder conocer París.Todo estaba sucediendo a la velocidad de la luz. Alice se estaba encargando de encontrarme un buen apartamento en París, ya que me lo pagaba la compañía de danza. Además me estaba renovando el vestuario entero. Decía que para vivir en París, había que tener ropa que pegara con París.
¿Qué haría yo sin mi querida diseñadora de ropa y mejor amiga? La iba a echar mucho de menos, pero ella decía que iba a estar cada dos por tres en París.Y también hubo alguien más que me sorprendió con su propuesta. Un día estábamos Jacob y yo viendo una película en casa, cuando empezó a hablarme.-Bella, quiero hablar contigo.-dijo mientras acariciaba mi pelo. Yo estaba tumbada con la cabeza en sus piernas. Cada vez nuestra relación iba cada vez a más- Tengo una propuesta que hacerte.-Dime.-dije sentándome encima de él como si fuera un bebé.- Seguro que es una idea fantástica.-Bueno, sabes que dentro de poco voy a cumplir la mayoría de edad y la verdad, sabes que tu para mi, eres el centro de todo.-dijo mientras me acariciaba la cara. Estábamos muy cerca.- Sabes que iría contigo al final del mundo y bueno, el que tu te vayas a París, será como el final de mi mundo, porque tu te lo llevaras.-¿Qué me quieres decir con eso?.-dije apartándome de él, mirándole seriamente.- ¿Qué te quieres venir conmigo a París?-Si, eso mismo.-dijo sonriendo tímidamente.- Lo haría por ti, por no dejarte nunca y no perderte.Aquello me dejo impactada. Yo tenía pensado irme sola a París y empezar una nueva vida y aquella propuesta, era tentadora, porque sabía que al estar sola en otro continente, sin prácticamente conocer el idioma y separada de los míos, pero realmente quería comenzar una nueva vida.
Mi cabeza estaba hecha un lío, entre aquella propuesta y lo ocurrido con Edward, que desde entonces ni me decía hola, sabía que le había dolido el que le dijera que fue como si me forzara y también admito que me pase. Pero ya no es el momento de pedir perdón. Él nunca lo hizo. Yo no iba a ser menos, por una tontería como aquel comentario.

Capítulo 26.-Más sorpresas
Aquel año estaba siendo tan extraño...Primero, conseguir entrar en la academia de Seattle, conocer a Edward y vivir tantos momentos bonitos con él, pero que se vieron rotos por su infidelidad. Después cuando me contrataron para la compañía nacional de danza de París y todavía no había terminado el curso.Un día en clase, el profesor vino con un hombre, era joven pero venía trajeado y traía consigo un maletín. El profesor llegó y nos dijo que hoy nos tocaba baile libre, pero nada de clásico, eso lo dijo mirándome a mi. No sabíamos de que iba aquello, pero di toda mi sensualidad, que sabía que también era otro punto fuerte.Nos pusieron música y todo el aula bailamos, sin saber a que venía aquello, sólo nos dijo: bailar.En uno de mis movimientos, di un giro y al pararme, Edward me había cogido por el brazo para bailar conmigo. No me queje en aquel momento, pero mis movimientos eran fríos y reacios a él. Cuando terminamos su respiración agitada quedo cerca de la mía, mientras que sus manos apretaban mis muñecas. Me solté bruscamente, profiriendo un sonido de asco, junto a mi cara.
-Bien chicos, este señor os viene dar una gran noticia.-Hola a todos, me llamo Wade Robson. Soy coreografo de muchos artistas como Britney, Enrique Iglesias, Justin Timberlake, y mucho más. Hoy estoy aquí, porque esta fue mi academia durante muchísimo tiempo y quiero daros la oportunidad de salir en el nuevo video clip de esta canción que acabáis de oír, Push de Enrique Iglesias.-todos aplaudimos y deseábamos poder tener esa oportunidad.- Voy a deciros el chico y la chica que va a participar en el videoclip y que realmente me han encantado.-me miro a mi.- Tu. Ven.-me quede de piedra. No me podía estar ocurriendo a mí. Era la elegida para todo. Yo no me consideraba tan buena.- Y tu.- ¿A quién había nombrado? Con tanta felicidad no me había dado cuenta-Bella y Edward.-dijo el profesor.-¿Qué?-dijo gritando en medio de clase-¿Qué pasa Bella?.-dijo Edward riéndose.- ¿No sabes apartar lo profesional de lo personal-¡Edward callate!.-dije señalandole.- ¿Cuando es la grabación del videoclip?-Mañana a las 6 de la tarde vendrá un coche a recoger a la puerta de la academia. Cogeréis un vuelo que os llevara hasta Nueva York. Allí os recogerá otro coche y ya allí, vemos que tal van las cosas, pero en 4 días estáis de vuelta.¡Aquello era increíble! ¡Tenía que estar siempre jodiendolo todo!Salí de de clase hecha una furia.
Cuando me encontré a Rose, que fue la que me paro los pies, le explique todo y me dio la enhorabuena, y por supuesto cuando vio a Edward, yo le mande una cara de asco, mientras ella lo saludaba. Yo me fui de allí, asqueada y cuando se lo explique todo a Jacob y Alice, el primero me dijo de acompañarme, cosa que no podía y la diablilla de mi mejor amiga se puso a hacer la maleta, viendo como metía mucha ropa, sobre todo interior y de lencería. Aquello me dolió mas todavía porque sabía que aquello no iba a deparar nada bueno. Edward y yo, solos en Nueva York y encima haciendo un videoclip, seguro subido de tono y él no se quedaría con quieto ni con los pies ni con las manos.Al día siguiente, Edward y yo tuvimos el día libre, pero no lo pasamos juntos preparando el viaje. Lo vi cuando el coche nos recogió en la puerta de la academia, el se puso delante y yo detrás. Mejor. Menos contacto.En el avión, esta vez nos toco ir uno al lado del otro, pero al ser de noche y después de servirnos la cena, ambos caímos redondos en nuestros asientos, pero inevitablemente terminamos el uno apoyado en el otro. E incluso cuando me desperté, sus manos rodeaban mi cintura y mi cabeza descansaba en su hombro. Además la suya estaba aplastando la mía. Menos mal que no estaba borracho, si no estaría con la boca abierta, babeando. Al pensar en aquello y en la imagen de la noche de disfraces, no pude evitar reírme.
-¿De qué te ríes?.-dijo su voz por encima de mi cabeza. Me aparte bruscamente, quitando sus manos de mi cintura.No le pude contestar, porque en aquel momento, se nos estaba anunciando que íbamos a aterrizar en el aeropuerto de Nueva York.Como nos habían anunciado, había un coche esperándonos en Nueva York. Era la primera vez que viajaba tan lejos, pero se notaba que Edward no, ya que me iba diciendo cada cosa que veíamos desde el coche. Seguro que tendríamos algún día para visitar toda la ciudad antes de marcharnos, pero ahora era el momento de llegar al hotel y descansar.Nos íbamos a hospedar en uno de los mejores hoteles de la ciudad y todo a gastos pagados. Era allí donde se iba a firmar parte del videoclip, así que nos tenían a todos reunidos allí. Aquello era precioso y la habitación que teníamos reservada también. Por supuesto no hubo ningún tipo de errores y cada uno teníamos habitaciones separadas. Una enfrente de la otra. Aquello no iba a ser tan difícil y tampoco íbamos a tener tanto contacto. Esperaba que tampoco lo fuera en el videoclip.Al día siguiente fueron a despertarnos otros bailarines del videoclip y nos llevaron al lugar de rodaje del videoclip. Nos explicaron que papel tendríamos nosotros dos y nos quedamos de piedra cuando nos lo dijeron. Nos fuimos con la gente de maquillaje y vestuario para vestirnos.A mi me pusieron unas medías negras con un pantalón también negro y botas negras. Además llevaba una especie de camiseta corsé con mucho escote.
El pelo me lo habían puesto rizado, dándome mucho volumen. Aquello prometía demasiado, pero nada bueno.
continuara..

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