10/10/09

Capítulo 12.- Juntos en el infierno. Capítulo 13.- Juntos

ADVERTENCIA: esta novela no es mia,, yo nola escribi ok,, aki no hay nada de vampiros licantropos ni nada de eso,, todos son humanosy lo mas importante tiene algunas partes puessubidas de tono XD asi ke ustedes saben si la leen o no ok bueno espero ke les guste

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Capítulo 12.- Juntos en el infierno.
Nuestros labios seguían pegados, la música seguía sonando y nuestros cuerpos cada vez se necesitaban más. Mis manos estaban en su pecho y las suyas en mi cintura, arañándome levemente con las uñas. Edward, apretó sus manos a mi cadera, e hizo que me subiera a sus caderas, enredando mis pies a su espalda.-Vamonos de aquí.- dijo cuando sus labios estaban en mi cuello y sus dientes se clavaron en mi clavícula.- Nos puede ver cualquiera y nos van a acusar de exhibicionismo público.Me reí pero era verdad, estábamos dando un muy mal ejemplo y peor iba a ser si seguíamos así tentando a la suerte.-¿En tu casa o en la mía?-le dije cuando corríamos por los pasillos de la academia.-Ven aquí.- me dijo subiéndome a su espalda.- Te caerás, perderemos tiempo y no podremos acabar esto.Llegamos corriendo a su coche bajo la lluvia, metió todas nuestras cosas en el maletero, mientras yo me quedaba en el asiento del copiloto disfrutando de aquel momento. Cuando Edward subió al coche, metió primera y acelero a 160km/h sin vacilar. No se dirigía ni a su casa ni a la mía, si no a las afueras de la ciudad, cuando me dí cuenta estábamos a 10km y había cogido una carretera secundaría hacia un bosque.-¿Donde vamos?-dije un poco asustada.Miro mi cara y me contesto riéndose.-No te asustes. No se tu, pero yo no me suelo callar.-dijo con voz muy sensual.- Alice no aguantaría tanta influencia sexual.-dijo poniendo su mano en mi muslo.- Y a mis padres no les gusta que lleve a mis musas a casa.En aquel momento no estaba para pensar en lo que había dicho, solo estaba para tirarme a su cuello. Dio un frenazo y estábamos en un sitio donde nadie nos vería. Edward, salió del coche y vino a mi puerta, la abrió y me cogió de ella, llevándome a la parte de atrás del coche.Me tumbo en ella y el se puso encima de mi, besándome desesperadamente, quitándome la sudadera y yo a él.-Me encantas Bella.-dijo besando mi cuello y mordiéndome.- No dije nada, solo empece a arañar su pecho y el gimió solo con eso, no sabría que pasaría más adelante. Edward arranco, literalmente mi camiseta, rompiéndola y dejándome en sujetador. No se dio ni cuenta de lo que hizo, solo bajo sus labios a mi escote y rozando con la lengua toda esa zona. Llego al broche, que estaba por delante y lo quito con los dientes, dejándome indefensa en la parte de arriba. Edward me miro al ver mi confusión y sabía a que me refería. Cogió mis manos y las puso en la cinturilla de su pantalón. Hice aquello que quería que hiciera, pero con delicadeza y despacio, primero pase mi mano por todo su trasero, mientras el reía de con una cara muy sexy.Empece a bajarle los pantalones y tuvo que hacer movimientos bastantes complicados para quitárselos y quedar en calzoncillos blancos, que dejaban ver toda su excitación. Aquello era increíble, me quede con la boca abierta de tremendo miembro. ¿A eso se refería con problemas de chicos? Me reí de mis propios pensamientos y el hizo que dejara de reírme. Empezó a besarme como un loco, puso sus manos en mis pechos y empezó a acariciarlos, hasta que me cogió con fuerza y me sentó encima de el, de golpe sintiendo toda su excitación. Gemí y eche hacía atrás la cabeza y el cuello, cosa que aprovecho para coger con su boca mis pechos, lamerlos y morderlos.Gemía y gemía. Su boca estaba provocando mi primer orgasmo solo encima de mis pechos, además que no paraba de acentuar nuestro movimiento con las caderas y yo todavía llevaba pantalones, lo que me desespero. Lo pare y me los quite rápidamente. Ahora estábamos en igualdad de condiciones. Edward siguió cogiendo mi cadera y girándola alrededor de su cadera. Le hice parar y sin vacilar cogí su gran pene por encima de la tela, pero pude observar como se la salía. Aquello era increíble. Sus gemidos no podían quedarse en él, así que los dejaba escapar mientras yo le masturbaba y parecía que le gustaba como lo hacía. Lo tumbe y le quite el boxer, dejando su preciosa desnudez a mi vista. Gimió cuando sintió que yo también estaba completamente desnuda encima de el, rozándome mientras le besaba. Seguimos así, besándonos y disfrutando de ese momento, pero Edward dio un rugido, cogiendo mi cadera y con fuerza, penetrándome haciendo que ambos gimiéramos por lo que nos producía aquel movimiento.-Montame-me dijo al oído ronco y gimiendo cuando noto que empezaba a hacerle caso.Aquello también me provocaba mucho placer a mí y más cuando se levanto y cogió mis pechos con sus labios, mientras seguía haciendo el amor con el. Aquello era fantástico, mucho mejor que mi sueño. Su pene me llenaba entera y aquello era el paraíso del placer.Gemíamos los dos a la vez, mis movimientos eran cada vez más rápido, pero el quería más, mucho más. Cogió mi trasero y desde abajo empezó a moverse el mucho más bestia. Edward gemía, yo más de lo mismo y notaba que aquel movimiento rápido estaba haciendo que ambos llegásemos al orgasmo de una forma brutal.Edward gemía, casi gritaba, yo directamente no ocultaba mis gemidos fuertes de placer. Estábamos sudando y ambos mojados por nuestras partes intimas.-Ahhh....Bella...no puedo más-dijo temblando y embistiendo desde abajo, para terminar definitivamente. El último golpe fue el culminante. De mi garganta salió un grito y del suyo un gran gemido ronco. Caí en su pecho sudado, acariciando su también sudado pelo.Definitivamente estaba en el infierno.
Capítulo 13.- Juntos
-Edward, tengo frió.-dije empezando a tiritar. Edward se movió un poco para llegar hasta la calefacción del coche y ponerla al máximo.-Normal.-dijo dándome un beso en la frente.- Hemos pasado del frió al calor y del nuevo al frió y además estamos en medio de un bosque, son las 10 de la noche y esta lloviendo en pleno mes de Marzo.-Eso te pasa por querer llevarme al infierno.-dije moviéndome contra su cuerpo.-No hagas eso Bella.-dijo ronco.- Quiero tener mi coche intacto y contigo aquí no lo voy a conseguir. Me quede mirando su cara y sus ojos esmeralda que me taladraban. Me beso, con un beso suave, despacio, disfrutando de aquel momento.-¿Sabes la locura que hemos cometido?.-dije después de aquel beso-No es ninguna locura. Deseaba poder estar así contigo.-dijo sonriendo.- Bella, llevo deseando esto desde hace un tiempo. Me he empezado a dar cuenta de que eres más importante de lo que yo pensaba y que siento cosas, más allá de la amistad.¿Qué me estaba intentando decir? ¿Qué me quería? Por que si era así, yo también lo amaba.-Yo también.-dije por lo bajo.-Tu también, ¿qué?-Que te quiero.Empezó a besarme toda la cara con cortos picos y además me hacia cosquillas.-Te quiero Bella.-me dijo una vez que paraba. Este mes y medio, ha sido muy intenso contigo. Nunca, con ninguna chica había estado antes en mi casa, que en una cama con ella.-me dijo acariciándome la cara.- Has sido antes una amiga para mi que cualquier otra cosa y eso es muy importante.No le dije nada, solo lo bese y dimos por acabado aquel momento, ya que teníamos que regresar o nos congelaríamos. Edward y yo nos ayudamos mutuamente a vestirnos y después durante el camino a casa yo no deje de mirarle y cuando frenaba en un semáforo, me acariciaba la cara.Aparco en doble fila un momento para dejarme en casa y me acompaño hasta la puerta de mi casa.-Bueno Bella.-me dijo serío.- Este fin de semana no voy a poder quedar.-¿Porqué?-le dije cogiéndole por la cintura y acercándome a él.-Reunión familiar, pero el domingo por la noche estoy aquí.-me dio un leve beso, pero yo lo intensifique.-Bella, para, porque si no me pondrán una multa por estar en doble fila y otra por escándalo público.-me dio otro gran beso que se vio interrumpido porque del ascensor salieron Jasper y Alice, que se dieron cuenta de lo que ocurría.-Nos vemos el domingo.-me dijo al oído antes de darme un pico e irse.Cuando desapareció del rellano, Alice me cogió del brazo y tiró de mi hacía dentro de casa, haciendo que perdiera el equilibrio y cayera de culo en la moqueta.-Ya me estas ocurriendo todo lo sucedido.-me dijo sentándose en mis rodillas y haciendo que gritara de dolor.- Perdón.-dijo como si no me hubiera pasado nada.Aquel fin de semana fue muy duro, primero porque Edward no dio señales de vida en todo el fin de semana, por supuesto hasta el domingo y segundo, porque Alice se tiro todo el sábado preguntándome de todo, todos los detalles y todas las cosas que habían pasado. Por lo menos ella era feliz, porque yo lo era. El domingo por la noche, Edward toco el timbre y yo fui corriendo a abrir, ya que sabía que era el. Jasper estaba en casa, así que lo presente rápidamente y lo metí conmigo en el cuarto. Una vez dentro, lo tire en la cama y me subí encima de el, poniendo mis piernas, una a cada lado de las suyas.-Te he echado de menos.-dije tras el beso y poniendo mis manos en su camisa. Iba con un pantalón vaquero y una camisa azul.-Bueno, pero tampoco ha sido para tanto.-me dijo apoyando la espalda en la pared y haciendo que me sentara encima.- Pero si tan necesitada estabas, haberme llamado antes.-lo dijo riéndose y empezó a darme besos por el cuello.-¿Qué has hecho esta fin de semana?Yo le di un gran beso apasionado, empuje a Edward hacía el lado y lo tumbe en la cama, conmigo encima. Le estaba dejando claro que este fin de semana le había estado echando de menos. Sus manos se metieron por dentro de la camiseta y empezaron a acariciar mi espalda.-Bella.-dijo cuando empece a desabrochar su camisa y pasando mis dedos por sus pechos.- ¿Tanto me has echado de menos?-Si.-me dijo cuando la gire y la puse debajo de mi.- Mucho, mucho, mucho.El movimiento que hice debajo de él, para conseguir poner mis piernas alrededor de su cadera.-Bella, para, que no estamos solos.-dijo besándome el cuello.-Tonto, no pasa nada, yo tuve que aguantar a estos dos y ahora les toca a ellos.-Pero, Bella....-me dijo como podía ya que no me estaba quieta. Besaba su cuello, acariciaba su espalda, bajaba mis manos hasta la cintura de sus vaqueros.- Me tengo que ir pronto a casa.- le hice callarse cuando me quite la camiseta y me quede sin nada en la parte de arriba. Me miró y vi que había conseguido que cediera.- Mierda, eres mi perdición.Edward bajo sus besos directamente a mis pechos, haciendo que gimiera y me excitara desmesuradamente.Se rió de mi rapidez y no paro quieto frente a eso, sino que bajo sus labios hasta mi pantalón de deporte, que desato y saco rápidamente dejándome solo con bragas.-Yo también te he echado de menos.-dijo empezando a besar mis pies, subiendo por toda la pierna, mientras me hacía cosquillas y me daba placer con esos besos. Se entretuvo con mis muslos y dejo de besarme cuando llego a mis ingles, dejándome necesitada de más-¿Porqué?-le dije cuando se quedo de rodillas en la cama mirándomeEntonces lo entendí. Mire hacia sus pantalones y vi que le apretaban. Me senté en la cama, quedando a la altura de su ombligo, que empece a besar, mientras desabrochaba el vaquero. Mire la cara de Edward cuando termine de desabrochar su pantalón y se lo fui sacando. Se tumbo y quedo completamente a mi merced, con las manos puestas sobre su cuello, como diciendo, hazme lo que quieras.Y por supuesto, le hice caso.
continuara....

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